jueves, 14 de agosto de 2014

L A BUENAVENTURA ,JULIO ROMERO DE TORRES

LA BUENAVENTURA ,1922
La Buenaventura
óleo sobre lienzo 106x 163 cm
Museo Julio Romero de Torres, Córdoba
LALA
La Buenaventura, 1922  la realizó Julio Romero de Torres tras haber conseguido un reconocimiento personal y artístico . Este ascenso se prolongará hasta su muerte , y se convertirá en un fenómeno de carácter sociológico que afectará por igual a las clases populares e intelectuales de España.


Esta obra obtuvo muchos triunfos tras una exposición que tuvo lugar en Buenos Aires en el año 1922 . El éxito obtenido en la capital bonaerense.tanto por las ventas realizadas y los numeroso encargos que tuvieron lugar juntos a los homenajes recibidos tuvo como consecuencia que en Córdoba los nombraran " Hijo predilecto de la ciudad "


La Buenaventura nos muestra a dos mujeres sentadas , una mira fijamente al espectador con un aire ausente , mientras la que está  situada a la derecha del lienzo lleva un atuendo popular y las piernas recogidas hacía atrás no consigue captar la atención de la joven que descansa en el alfeizar de la ventana . Parece preocupada por un desengaño amoroso y, por ese motivo, ha pedido ayuda a una gitana que vive de dar consejos a las mujeres preocupadas por sus conflictos amorosos o de otra índole. Aquí , como es habitual en la mayoría de las pinturas del artista , se muestra la dualidad entre dos situaciones diferentes .En una pintura llena de simbolismos 

En el fondo del cuadro ha representado varios monumentos y símbolos que identifican a Córdoba como la casa y fuente de la Fuenseca , el palacio del Marqués de la Fuensanta del Valle, en cuya puerta aparece una mujer envuelta en un mantón rojo y recostada en el quicio de la puerta , Esta silueta de mujer apaenas es visible para el espectador , ya que aparece ligeramente insinuada ya que es una escena muy abocetada
Es ésta una pintura de compleja lectura que quizá se podría resumir en la tristeza de una joven enamorada de un hombre casado –circunstancia de cuyo peligro le avisa la echadora de cartas–, al que en segundo plano intenta retener su esposa, quedando ésta abandonada, en un tercer plano, en el quicio de la puerta.


Analizando la composición y el tema de La Buenaventura se hace necesaria la comparación con otras obras de Romero de Torres, lo que lleva a considerar el valor de la «repetición» en la pintura del maestro cordobés. La primera repetición se da en el propio título, pues se menciona entre sus pinturas otro lienzo igualmente conocido como La Buenaventura.



Como puede apreciarse, es continuo su interés por la iconografía femenina, y en esos años además son frecuentes los lienzos de formato horizontal con dos mujeres que amenizan su tiempo. Repite ese esquema desde las tempranas Ángeles y Fuensanta de 1907, al cartel de la Feria de Córdoba de 1916, Más allá del pecadoMusidoraLa BuenaventuraMujeres sobre mantónHumo y azar (llamada también Jugando al monte), Seguiriya gitana (conocido durante años como Mal de amores) o La primavera, hasta llegar a La nieta de la Trini, de 1929, ya al final de su vida.

El reflejo de la moda femenina de la época aparece en algunas de estas pinturas, y así queda patente en los zapatos de muchas de sus mujeres, en esas medias de seda que se estaban imponiendo y eran tan codiciadas, en los modernos jerséis de malla verdes o amarillos y el peinado, en ocasiones a lo garçon o de suaves ondas y largas trenzas, que lucen esas modelos que el maestro cordobés tan bien supo inmortalizar.


La baraja de cartas, aun con muy distinto significado que en el lienzo aquí estudiado, será asimismo un elemento repetido en otras obras: La Sibila de las Alpujarras (Córdoba, Museo Julio Romero de Torres) de 1911, Humo y azar, pintada en 1923 para decorar el estanco y administración de loterías de la madrileña calle de Alcalá, La carta (Madrid, colección particular), Cabeza de vieja (Córdoba, Museo Julio Romero de Torres) de 1928, y pudo tener la intención de incluirla en la inacabada Mujeres sobre mantón.


Bibliografía : Julio Romero de Torres, " Entre el mito y la tradición "
                       Museo Carmen Thyssen Bornemisza




 Tamara Tamaral
14-08-2014

2 comentarios:

  1. Se ha tachado mucho a Julio Romero de Torres
    de ser un pintor folclórico , basándose en las
    mujeres de etnia gitana y el atrevimiento
    de hacer que posen desnudas

    Pero el artista realizaba un dualismo
    entre dos tipos de mujeres : la casta
    representada por monjas o beatas
    completamente vestidas y , las que iban
    desnudas con una aire ausente , pero
    que eran consideradas más o menos
    como prostitutas .

    Hace una crítica de la doble moral que
    imperaba en España en esa época ,
    pero, el pintor era muy androcéntrico
    con las mujeres

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  2. Tamara: justamente acabo de publicar una novela, VIRGO POTENS, que, por cuestión de puro azar, lleva en la cubierta ese cuadro. El tema interno es, precisamente, esa España de doble moral y la vida de tres mujeres dentro de esa España. Todo me parece mágico ¿verdad?

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