DANAE
jueves, 15 de septiembre de 2016
lunes, 29 de agosto de 2016
RETRATO DEL CONDE DUQUE DE OLIVARES DIEGO DE VELÁZQUEZ
RETRATO DEL CONDE DUQUE DE OLIVARES 1637 - 1638
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Retrato del conde-duque de Olivares Óleo sobre lienzo 67 x 54 cm Museo del Ermitage, San Petesburgo |
A pesar de la insobornable veracidad de sus retratos , que descubrían con implacable poder lo más secreto en la figura del retratado . Velázquez era muy apreciado por los que les encargaban sus retratos .
El famoso válido en cuyas manos durante veintitrés años permaneció un poder casi ilimitado sobre España , don Gaspar de Guzmán , conde de Olivares , duque de Sanlúcar de Barrameda, fue repetidamente modelo de Velázquez .
. Resulta tremendamente sorprendente el verismo con el cual Velázquez transmite los principales rasgos del protagonista. La imagen trasluce el carácter severo del conde-duque y simultáneamente pone de manifiesto aspectos que descubren una tenacidad e ingenio poco corrientes.
Su vestimenta es marcadamente sencilla y falta de ostentación. La pensativa y perdida mirada constituye un sorprendente contraste con la expresión del rostro llena de gran altivez. . Diversos matices de color modelan el rostro con maestría y desiguales pinceladas realzan la conformación de las facciones
La maestría artística de Velázquez aparece en el presente retrato en toda su plenitud , el colorido se distingue por su carácter contenido y de extraordinaria nobleza.. La obra es una acabada muestra del extraordinario realismo alcanzado por el genial artista
Tamara Tamaral
29-08-2016
Bibliografía : Velázquez, Edit Biblioteca El Mundo
martes, 16 de agosto de 2016
MUJERES DE ARLES VICENT VAN GOGH
MUJERES EN ARLES
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Mujeres de Arles óleo sobre lienzo 73.5 x 92 cm Museo del Ermitage, San Petesburgo |
Mujeres de Arlés también es conocido con el título Recuerdo del jardín de Etten (pequeña ciudad del norte de Holanda en la que trabajó el pintor algún tiempo). Probablemente fue este hecho, el del recuerdo, el que hizo innecesario el trabajo al natural. Las figuras y el paisaje se extienden sin profundidad, paralelamente a la superficie del lienzo, en zonas peculiares, de acuerdo a un método adquirido de los pintores japoneses.
A primera vista parece que el cuadro está pintado en anchas extensiones de colores, pero una mirada atenta nos demuestra que estas extensiones están saturadas de pequeñas y precipitadas pinceladas, que crean el dinamismo interno de las formas y las hace sumamente expresivas. Los rostros de las mujeres, pensativos y tristes, transmiten al espectador un sentimiento de angustia. Mientras en el otro lado del cuadro una mujer recoge flores , su postura inclinada no nos permite ver el rostro de ella , sólo se percibe el vestido de color gris y sobre su cabeza lleva una cofia para protegerse del sol , y parece ajena al sufrimiento de las otras dos mujeres
Tamara Tamaral
16-08-2016
Bibliografía . La Pintura de los Grandes Museos, Edit Planeta
domingo, 14 de agosto de 2016
EL JARDÍN DE DAUBIGNY VICENT VAN GOGH
EL JARDÍN DE DAUBIGNY 1890
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EL Jardín de Daubigny óleo sobre lienzo 56 x 106 cm Museo Nacional de Arte de Hiroshima
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Uno de los motivos más tratados por Van Gogh durante su estancia en Auvers será el jardín de Daubigny por el que sentía especial admiración. En EL Jardín de Daubigny se expresa toda la angustia vital que conduciría a Vicent van Gogh , pocas semanas después de concluir el lienzo, a poner fin a sus días . Esta tela fue ejecutada en Auvres-sur. Oise , cuya iglesia parroquial -aparece en el fondo . Corresponde , pues, al momento en que el artista era huésped del doctor Gachet , un período de actividad febril en el que diariamente compondría un cuadro .
Es notable en esta composición el interés que demuestra su autor - interés poco frecuente en su obra- por obtener los términos de profundidad espacial con un cuidadoso empleo de los recursos perspectivos.
Es ésta una delicada vista de un amplio espacio, cerrado por el grandioso edificio y la iglesia al fondo, en el que podemos contemplar todos los elementos del jardín: desde el gato negro en primer plano hasta el cenador del fondo, sin olvidar las flores, los árboles, la señora o la verja, en un esplendoroso interés por mostrarnos todos los detalles. Evidentemente, Vincent no emplea un estilo preciosista y minucioso como los artistas académicos; más bien su maestría esté en plasmar en el lienzo todos esos elementos a través de una pincelada suelta, con manchas y pequeños toques de pincel que configuran la composición, como si de un puzle se tratara.
Incluso los colores intentan chocar menos, y aunque sigan existiendo las características luchas entre complementarios. Van Gogh utiliza pocos colores limitándose al empleo de dos colores: verde y el azul que corresponde a la iglesia y a la franja que atraviesa el primer término del cuadro .
Precisamente será esta pequeña pincelada la que haga de Van Gogh un artista inconfundible, especialmente las espirales. Partiendo del puntillismo de Seurat y de la estampa japonesa, Vincent desarrollará un estilo propio que le caracteriza. Curiosamente, en algunas zonas otorga una mayor importancia a las líneas al marcarlas con un trazo más fuerte como en la iglesia. Esto será una clara influencia del simbolismo de Bernard pero también se produce por el deseo del artista de demostrar que había alcanzado una importante soltura en el dibujo, su gran preocupación. Sus colores son habitualmente muy vivos, jugando con las gamas de complementarios y empleando el malva para las sombras como tanto gustaban los impresionistas, cuyo estilo sirve a Van Gogh de punto de partida llegando a realizar estas inolvidables escenas.
Tamara Tamaral
14-08-2016
Bibliografía : ARTEHISTORIA
domingo, 31 de julio de 2016
LA INFANTA ISABEL CLARA EUGENIA ALONSO SÁNCHEZ COELLO
LA INFANTA ISABEL CLARA EUGENIA 1579
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La Infanta Isabel Clara Eugenia óleo sobre lienzo 116 x 102 cm Madrid Museo Nacional del PradoAlonso Sánchez Coello |
Alonso Sánchez Coello ( Benifarón 1531 Madrid 1588 ) se formó en Flandes y en Lisboa . A partir del año 1537 residió en la corte española , donde fue el pintor de
cámara preferido del rey Felipe II ( 1556- 1598 ) Sánchez Coello empleó en sus obras los recursos de la pintura de Tiziano y de Antonio Moro , a quienes conoció personalmente .
Además de diversos retratos , pintó sobre todo retratos individuales , dobles y ecuestres . Sus composiciones rigurosas responden de una manera clara al formalismo de la corte española. El colorido suele estar basado principalmente en tonos sensibles, matizados con gran armonía
En este retrato, Alonso Sánchez Coello, retratista de la corte, representa a la infanta Isabel Clara Eugenia, a los trece años de edad; era la hija favorita de Felipe II de España y con los años llegó a ser gobernadora de los Países Bajos. El cuadro está fechado en 1579 y firmado por el autor. Estuvo en el Alcázar de los Austrias y en el Palacio de El Pardo, formando parte de las colecciones reales de la monarquía española.
Es uno de los retratos de Sánchez Coello en los que ensalza el poder y la dignidad de los miembros de la casa real. Es un retrato de tres cuartos. La infanta, que contaba entonces con trece años, está representada de pie, apoyando el brazo derecho en el respaldo de un sillón de terciopelo y pasamanería. La mano izquierda de la infanta cae sobre el costado, y en ella sujeta un pañuelo con ribete de encajes. En esa mano se aprecian tres anillos con piedras preciosas de colores. En la cabeza lleva un tocado de perlas rematado con una flor. Viste un vestido blanco de seda, con bordado de oro y piedras preciosas. Siguiendo la tendencia veneciana, cuida Sánchez Coello de tratar con detalle las texturas de los ropajes y los aderezos de joyería.El fondo es oscuro, con lo que se realza al personaje protagonista. La infanta mira directamente al espectador, pero su expresión es distante, sin evidenciar ningún rasgo de su carácter.
Este tipo de retrato cortesano sería seguido por pintores posteriores, como Juan Pantoja de la Cruz, Bartolomé González y, en último término, por Velázquez
Tamara Tamaral
31-07-2016
Bibliografía : Wikipedia
martes, 13 de octubre de 2015
DIAS DE VERANO VICENTE PALMAROLI
DIAS DE VERANO 1885
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Dias de verano óleo sobre tabla 44 x32 cm Museo Carmen Thyssen Málaga |
Sentada frente al mar, junto a la orilla, una dama abandona un momento su lectura para volver la mirada al espectador. A pesar de su ubicación en plena playa, aparece vestida con un traje de falda larga de color morado con suntuosos adornos de encaje negro y delantal blanco, envuelta en un confortable echarpe, con un sombrero con blondas y plumas y pertrechada con una pequeña sombrilla. Parece estar tranquilamente acomodada, apartada del resto de veraneantes, junto a las sillas de anea que se empleaban para descansar cerca del mar y a otros útiles de playa y algunas ropas. Así, reservada y entregada a la lectura, sorprendida en su soledad, esta imagen de mujer veraneante posee un tono melancólico y refinado, propio del gusto de la alta burguesía europea del último cuarto del siglo y responde además a un estereotipo de feminidad burguesa bien conocido a través de la literatura, que tuvo su reflejo en una tipología artística perfectamente acuñada; iconografía que Palmaroli supo explorar con verdadero éxito comercial.
A finales del siglo XIX se consideraba muy sofisticado acudir a la playa con un traje propio de paseo, tal y como hace la protagonista de este lienzo. De hecho vestir de forma elegante junto al mar se convirtió en un signo de verdadera distinción muy poco tiempo después. Por esa razón Palmaroli eligió a menudo a mujeres ataviadas como ésta en plena playa, interesado siempre en representar imágenes en las que pudiera reconocerse la burguesía que se costeaba ese exclusivo tipo de ocio deportivo. Entre las mejores obras de esa iconografía destaca especialmente En vue del Museo del Prado, que es la más depurada versión de un asunto al que volvería muy a menudo en las décadas de los setenta y ochenta del siglo XIX y que culmina dentro de su producción con La confesión, también en el Prado, que es una de sus últimas creaciones inspiradas en esa imagen burguesa que muchos otros pintores, españoles y de toda Europa, pintarían también, pero con menor fortuna. Este cuadro de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza encaja muy destacadamente entre esas pinturas del maestro madrileño. Concorde con las características de estas obras, Palmaroli se esmeró en la ejecución de la figura que centra la composición, con pinceladas preciosistas de color atemperado, concentrándose especialmente en el rostro de la dama, al que concedió un cierto tratamiento sentimental presente hasta sus obras finales. Como es habitual en estas pinturas, la obra está realizada sobre una maciza tabla de lujosa madera, lo que provee al acabado de la pintura de una finura todavía mayor y de cierto aspecto de solidez acorde con las residencias para las que estaba destinado. Aunque la descripción del atuendo posee una jugosidad plástica y una brillantez tonal muy característica de las formas del pintor, el celaje y el horizonte, así como de la propia playa, fueron pintados sin embargo de una forma rápida y somera, con muy poca materia pictórica y atendiendo a un criterio paisajista de apunte en plein air, pero capaz de captar tanto el efecto lumínico del cielo encapotado de nubes como los amagados reflejos de luz plúmbea en la arena húmeda con un sentido claramente decorativo.
Palmaroli
acudió a menudo a las playas de Trouville-sur-mer, en la normanda región
de Calvados. Allí veraneó entre 1873 y 1883, en un entorno de moda,
favorecido por la presencia de pintores y escritores célebres como
Gustave Flaubert, Marcel Proust, Claude Monet o Eugène Boudin, todos
ellos participantes a su modo, como el propio Palmaroli, de la
trasmisión de la imagen que ahora tenemos de la más alta burguesía
europea de ese momento. Es muy probable que la escena de esta pintura
esté ambientada precisamente en esas playas de Trouville, dada una
entonación plomiza típica del norte, que posee esta obra y que es la
misma que desplegó en otras pinturas efectivamente allí ambientadas por
el pintor.
Carlos G. Navarro ( autor )
Tamara Tamaral
13-10-2015
miércoles, 19 de agosto de 2015
EL EMPERADOR RODOLFO II COMO VERTUMNO GIUSEPPE DE ARCIMBOLO
EL EMPERADOR RODOLFO II COMO VERTUMNO 1590
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