El principe Baltasar Carlos con su enano
óleo sobre lienzo 128x 102 cm
Boston, Museum of Fine Arts
Aunque la obra se consideraba en el siglo XIX como un retrato del príncipe de Parma atribuido a Caravaggio , no hay duda acerca de la identificación de su autor y del tema . Se trata de la primera representación por Diego de Velázquez del infante Baltasar Carlos . Este nació el 17 de octubre de 1629, cuando el pintor se hallaba en Italia . Hubo que esperar el retorno del artista , a principios del año 1631, para que se pudiera pintar el retrato del heredero de la corona española.
El cuadro de Boston tiene una importante dimensión dinástica. Baltasar Carlos está representado visto desde arriba , sobre un pequeño estrado cubierto con una alfombra , anunciando los futuros retratos de Margarita y de Felipe Próspero . Una pesada cortina forma un dosel mientras su sombrero descansa sobre un cojín , a imagen de las mesas de mantel rojo que figuraban en los retratos de Felipe IV . Erguido el joven príncipe viste ropa de gala , ricamente bordada , con un cuello de peto de armadura , y luce una banda de seda rosa que evoca el uniforme de un jefe guerrero . El bastón de mando que empuña y la espada que lleva al cinto insisten en ese carácter militar. La mano posada sobre la empuñadura del arma, es , además, una convención del retrato real , que simboliza el deber de protección del monarca hacía su reino.
En contraste con el hieratismo de la pose del príncipe , el segundo personaje de la composición , un enano de la corte , vestido como un niño de corta edad , capturado en pleno movimiento , se dispone a salir del campo de la representación en el sentido pictórico y teatral . Se lleva consigo un sonajero y una manzana , atribuidos de la infancia que desaparece , pero también una evocación de las enseñanzas reales del cetro y del orbe, que a partir de ese momento deben dar paso a la realidad del ejercicio de las responsabilidades.
Tamara Tamaral
6-01-2018
Bibliografia : Velázquez, Edit Biblioteca el Mundo
Se trata de la primera representación de un enano en las pinturas de Velázquez . Esta asociación con un miembro de la familia real no es inédita y obedece a una tradición bien establecida del retrato de corte que se observa ya en Las Meninas. La idea de Velázquez de representar al joven príncipe en el momento en que para él acaba el tiempo despreocupado de la infancia es, por el contrario elocuente , magnífica y emocionante
ResponderEliminar