lunes, 12 de diciembre de 2016

CABALLO BLANCO DIEGO DE SILVA Y VELÁZQUEZ




 CABALLO  BLANCO 1634-1645

Caballo blanco
´´oleo sobre lienzo 310 x 243 cm
Madrid ,Palacio Real




Diego de Silva Velázquez nació en Sevilla en 1599 de padre portugués y madre española y murió en Madrid en 1660. Viajó dos veces a Italia , lugar de grandes artistas, donde aprendió mucho sobre los grandes maestros y sus obras. 


Aunque el título sea antiguo y la obra se encuentre así descrita en los inventarios del siglo XVII, sería más exacto llamara al cuadro Caballo gris, en la medida de que el blanco puro no está reconocido como un pelaje natural del caballo. 

El lienzo adquirido por la reina Isabel II en 1848 en Madrid , no ha sido redescubierto hasta finales de la década de 1950 por Juan de Contreras y López de Ayala , consejeros ambos del Patrimonio real español. 

Parece que la composición representaba entonces a un Santiago matamoros , pero el contraste en la ejecución del animal , que designaba sin género de dudas la mano de Velázquez , y la factura tosca del resto del cuadro convenció de la necesidad de restaurar la obra y recuperar su estado original, que aún puede apreciarse en la actualidad.

Parece ser que existen varios autores que pintaron caballos , por lo que, la autoría de Velázquez es cuestionable para algunos historiadores del arte Se cita , por ejemplo, a José de Ribera , Salvador Salort Pero ninguna de sus obras pueden reconocerse en esta pintura 

Así que parece ser que la obra fue pintada por el pintor sevillano  , ya que este caballo adopta la misma postura que el retrato ecuestre que Velázquez realizó al conde duque de Olivares 

  Dicho esto  esta  obra que Velázquez tenía preparada por si surgían problemas con el lienzo original, para evitar contratiempos con el personaje más influyente de la corte madrileña. De esta manera demuestra el sevillano sus deseos de agradar a su cliente, máxime cuando se trataba de su principal valedor. 


 Respecto al tamaño de los caballos velazqueños debemos advertir que se trataba de una raza especialmente creada para la caballería española, uniendo la fortaleza de los caballos flamencos con la rapidez de los jacos andaluces. De esta manera podían emplearse como máquinas de guerra, el principal objetivo de estos animales. La luz que resbala sobre el blanco pelaje del animal y la postura escorzada - típica del barroco - hacen de este lienzo un trabajo excepcional 


 Son un personaje más, que Velázquez pinta con maestría e incluso cierto mimo, advertido en los pequeños detalles como el dibujo de las crines o la expresión de los ojos

Tamara Tamaral
12-12-2016

Bibliografia : ARTEHISTORIA 



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